Avivemos diariamente esa llama interior y conservemos su fuego para que no se extinga.
La paz que queremos ver en Colombia, nace primero en nuestro corazón. Contribuye diariamente a ellas.
Lo que atesoras lo puedes perder, pero todo lo que tu das a los demás jamás lo perderás, siempre lo llevarás en tu corazón
¿Has pensado, si lo que estás haciendo y crees está bien hecho, en realidad lo está?