Imaginamos nuestro retiro de La Magia está en ti, en este montaña sagrada y legendaria por su potente energía sanadora, pero realmente nos quedamos cortos de palabras para explicar lo que sintieron quienes iban al viaje, cuando pudieron ver y experimentar sensorialmente este lugar mágico por primera vez. La energía que Monte Shasta emana, llegó directo a cada corazón y los inspiró a ver lo hermosa que es la vida y lo afortunados que son de estar vivos.
Durante 7 días se vivieron momentos que han quedado marcados en la mente y el corazón de cada persona que participó de este viaje. Estuvimos con todo el grupo en los vórtices de energía más poderosos del mundo y los portales dimensionales energéticos de la montaña, en medio de la nieve, los paisajes espectaculares y la increíble sensación de paz, alegría y libertad. Cada meditación, cada ritual, cada visualización, cada terapia y cada momento de gozo y alegría, fueron realizados a profundidad, sintiendo el amor, la sanación, el perdón y el desapego, logrando entrar en lo más profundo del ser de cada uno.
Papá Jaime enseñó y guió a todos los participantes a realizar, dentro de muchas otras cosas, la reactivación de la glándula pineal, lo que les ayuda a visualizar lo que quieren para sus vidas y a cambiar lo negativo por positivo; una hidroneuroliberación por parejas para soltar los apegos y dejar que el miedo ceda y entre el amor; una biodecodificación celular, para lograr transformar la información genética negativa que está plasmada en las células del cuerpo, por energía nueva y renovada; una estimulación pituitaria y del tercer ojo, en triangulación lumínica para atraer lo nuevo a sus vidas; un temazcal purificador, liberador sanador y transformador para dejar ir el dolor y el miedo.
La montaña estuvo ahí, de manera incondicional, para recibir el dolor, el miedo, la tristeza, la ira la frustración y el desamor de todos quienes soñaban con sanar sus heridas del alma y retomar nuevamente sus vidas, guiados por el amor. Realmente cada uno fué partícipe de su propia sanación y ahora, de vuelta a casa, tienen las herramientas necesarias para continuar por el camino espiritual y alegre que los llevará definitivamente a disfrutar plenamente la vida tal cual llega.
Solamente tenemos agradecimiento y gratitud con esta imponente montaña nevada y sagrada que nos acogió y escuchó nuestro llamado a la sanación y el amor.