Existen muchas encuestas acerca del consumo por parte de adolescentes de alcohol, cigarrillo y sustancias psicoactivas, las cuales apuntan a encontrar que cada vez la edad de comienzo del consumo en adolescentes es menor y cada vez hay un mayor número de ellos que consumen alguna de estas sustancias.
En general, las encuestas señalan que el alcohol es la sustancia de mayor consumo, seguido por el cigarrillo, y la marihuana es la sustancia ilegal de mayor consumo, aunque el éxtasis, la cocaína y otras sustancias también están siendo consumidas por niños y adolescentes.
Cuando miramos de cerca este flagelo, el cual se ha convertido en un problema de salud pública, nos damos cuenta que, aunque la solución debe ser asumida por entes gubernamentales, colegios y familias, también vemos, que para poder tratarla a profundidad y tener un éxito real, ésta debe ser dirigida personalmente a cada uno de los niños o adolescentes que están consumiendo, ya que cada ser humano es un universo diferente, y cada uno tiene una razón diferente en su interior para comenzar a consumir. Incluso muchos de estos niños y adolescentes, ni siquiera entienden, ni ven los problemas que esto les puede acarrear en su desempeño diario y en sus relaciones. Las razones por las cuales un adolescente decide comenzar a consumir alguna sustancia son miles, dentro de las cuales la curiosidad, el buscar quien los escuche la diversión, el relajarse, el sentirse incluido y aprobado dentro de un grupo social, aislarse de los conflictos familiares son las principales.
Cada día, más y más padres de familia entran a formar parte del grupo de padres angustiados y que totalmente impotentes ven cómo sus hijos poco a poco se van alejando y van siendo arrebatados del núcleo familiar por estas sustancias, y ellos sin saber que hacer, llenos de miedo comienzan a castigar a sus hijos, a prohibirles salir con sus amigos, a imponerles reglas de juego, llegando a ejercer la autoridad obsesiva para que sus hijos les hagan caso y no se vayan por esos caminos.
La realidad es que, aunque los padres desesperados porque no saben cómo manejar la situación impongan castigos, reglas de comportamientos y muchas estrategias para que sus hijos hagan caso, muchas veces sus hijos violan todo esto, pasando por encima de ellos o simplemente comienzan a consumir a escondidas, negando la realidad ante sus familias y ante ellos mismos.
Todos entonces se preguntarán cómo hacer para que un adolescente logre entender esto y se pueda dar un cambio real. Por eso, a continuación les daré unos tips que pueden ayudar a las familias para apoyar, sin juzgar, sin miedo y desde el amor a sus hijos.
1.Aunque tu hijo se encuentre reacio, irascible o simplemente esté aislado, siempre busca hablarle y escucharlo desde el amor, no desde el miedo. Cuando escuchas y hablas en el amor, no juzgas, no etiquetas, no culpas a nadie, no cantaleteas, no manipulas ni haces reclamos. Aunque tu hijo parezca no escuchar, si le hablas desde este ángulo, a él le quedarán palabras que en momentos de crisis lo pueden llevar a reaccionar. Si educas en el amor fomentarás conductas responsables y autorreguladoras en tu hijo.
2. El autoritarismo, la represión, las amenazas y la prohibición no son el camino correcto, porque lo único que lograrás es alejar cada vez más a tu hijo. Lo único que puedes hacer es exponer tus puntos de vista y guiarlo desde el amor para inspirarlo a que pueda elegir conscientemente, siendo él quien finalmente desista de continuar por ese camino.
3. Detrás de la adicción de tu hijo, siempre existirá un miedo camuflado sutilmente, por lo que debes a profundidad analizar que puede estar llevando a tu hijo a esta situación.
Y recuerda siempre que la mejor forma de enseñar es el ejemplo y la coherencia entre como piensas, hablas y actúas.
En nuestra próxima edición profundizaremos acerca de los diferentes pasos con herramientas sencillas, pero poderosas para que puedan inspirar a sus hijos a despertar conciencia y a hacer una transformación profunda desde su interior.