Todas las personas quisieran ser felices, pero contrario a esto la mayoría de ellas viven desdichadas y están rodeadas de sufrimiento. ¿Por qué ocurre esto?
Desde pequeño cuando me llevaban a misa diaria obligatoria, los cuadros y estatuas de aquellos hombres que la iglesia había canonizado me llamaban la atención por el sufrimiento, amargura, dolor y angustia que reflejaban sus caras. También recuerdo la impresión que sentía al ver sus cuerpos, los cuales habían sido flagelados o mutilados para liberarse de la culpa y expiar los pecados de los demás. Estos hombres se sometían a penitencias absurdas y a una austeridad desmedida para tratar de controlar los placeres que la vida les brindaba y que ellos se negaban a experimentar, ya que eran vistos como pecados. Estos hombres considerados santos, eran respetados por su sufrimiento.
Aún recuerdo cuando a mis 9 años de edad la madre Concepción me preguntó: “¿Cuándo seas grande qué quieres llegar a ser?” Yo le contesté: “Cualquier cosa, menos ser un hombre santo”. Por supuesto, ella en medio de su sorpresa ante mi respuesta, me preguntó disgustada cuál era la razón para decir eso. Yo inocentemente le respondí: “Yo quiero ser un hombre alegre y feliz, no un hombre triste, amargado y desdichado como los santos que están en la iglesia y en los libros religiosos que usted nos lee.”. Todos mis compañeros se rieron de lo que yo pensaba y a mí me castigaron durante un mes sin recreos. Debido a mi respuesta, la madre consideraba que yo tenía el diablo adentro y me iba condenar en el infierno.
Al igual que este ejemplo, existen creencias y manifestaciones, tanto religiosas como sociales, que nos muestran que cuando alguien sufre y es desdichado, los demás le “prestan atención” y “cuidan”, ya que inspira lástima; y supuestamente nadie es capaz de hacerle daño a una persona que está sufriendo.
La creencia más frecuente es que si tú eres desdichado, la gente se apiada de ti, pero si eres una persona feliz, te envidian y critican.
¿Te has preguntado entonces, si el sufrimiento es algo que decidiste atraer a tu vida, y no te has dado cuenta? Debes tener cuidado y observar detenidamente si cuando estás pasando por un mal momento, piensas repetitiva, inconsciente y negativamente en eso que te causa daño y centras tu atención en el dolor, porque al hacer esto comienzas a atraer y crear en tu mundo interior emociones y sentimientos negativos que se expanden y te roban la paz. Analiza muy bien si estás usando el sufrimiento y la tristeza para llamar la atención de los demás, porque si es así, estás jugando con candela y podrías llegar a sumirte en una gran depresión que te llevará a vivir una vida miserable.
Por eso, analiza conscientemente qué emociones estás sintiendo, porque ellas son el indicador de lo que estás pensando y de igual manera de lo que estás creando y atrayendo a tu vida.
A partir de hoy, concéntrate y focaliza toda tu atención en las cosas positivas que quieres lograr, no en las cosas negativas que te están haciendo sufrir. Si adquieres el hábito de realizar esto continuamente, podrás ver en muy poco tiempo como tu vida dará un vuelco total.