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07 Junio 2018

¿Tienes miedo al futuro?


Te invito a que hagas un alto en el camino, reflexiones y revises muy bien cómo estás viviendo tu vida.

Porque muchas veces nos limitamos a vivir, basándonos en lo que dicen  y quieren los demás y dejamos de hacer lo que es importante para nosotros, por miedo al futuro o por simple miedo a innovar y a cambiar.  Por eso hoy quiero preguntarte lo siguiente: ¿Consideras que tú eres el artífice de tu propio destino?

Cuenta la leyenda que había un jefe indio de más de 90 años, de una gran sabiduría, que podía pronosticar los cambios climáticos y las inundaciones.  Al morir,  su único sucesor en sangre directa, era un joven sin experiencia y sin sabiduría, quien heredó el liderazgo de toda la tribu. Unos cuantos meses antes de llegar el invierno, sus compañeros le preguntaron si podía pronosticar como iba a estar  el próximo invierno. Él muy asustado y sin ningún tipo de alternativa, ya que su abuelo no le había enseñado el secreto para pronosticar estos cambios, y sin poderle contar esto a la gente de su tribu, buscó una solución a su gran problema. Fue a caballo al pueblo más cercano y llamó al servicio de meteorología, preguntando cómo iba a estar el próximo invierno, a lo cual le respondieron que iba a estar mucho más fuerte que el de los últimos 15 años.

Muy preocupado, al regresar le dice a sus compañeros de la tribu que tienen que tumbar mucha más leña y prepararse mucho mejor para el invierno que va a llegar, porque va a ser desastroso.

Pasado un mes, regresó nuevamente al pueblo para asegurarse de que la información que le habían dado sí fuera la correcta y no quedar mal ante su tribu. 

Al preguntarle al servicio de meteorología cómo iba a estar en realidad el próximo invierno, ellos le respondieron que iba a ser el invierno más salvaje de los últimos 30 años.  De inmediato regresó a la tribu, miró fijo a las nubes en el ritual de luna llena y levantando sus manos hacia el cielo, con gran consternación y con ojos de sorpresa, dijo que no le gustaban para nada esas nubes, porque mostraban que el invierno iba a ser el más duro de los últimos 30 años, que siguieran cortando leña y se aprovisionaran mejor. 

A escasos días de entrar el invierno, un pensamiento de preocupación lo asaltó robándole la paz interior y obligándolo a que volviera nuevamente al pueblo, con la esperanza de que la información que le habían dado, fuera la correcta. Al llamar al servicio de meteorología y preguntar como iba a estar el invierno que ya estaba a punto de comenzar, le dijeron que era el invierno más fuerte de los últimos 60 años, y podría haber una gran catástrofe.  Al escuchar esto, el indio Indignado les contestó que si lo estaban engañando, ya que cada vez que preguntaba como iba a estar el invierno, le duplicaban y exageraban la dimensión de lo que iba a suceder, por lo que les preguntó, que como hacía él para creer si lo que le decían era verdad.

Del servicio de meteorología le contestaron, que durante toda la historia de la existencia de este servicio siempre habían seguido dos técnicas prácticamente infalibles: la primera es el pronóstico satelital de tecnología de punta, para identificar con gran precisión la intensidad de las lluvias y la segunda, es el del pronóstico basado en la sabiduría ancestral popular indígena; y que si esos indios en tres meses habían destruido y talado todo los bosques, era porque el invierno iba a ser desastroso.

 

 

Miles de personas acuden diariamente a horóscopos, adivinos, médiums y a la lectura del tarot o las cartas, porque tienen tantos miedos, temores,  apegos o quizás un gran vacío interior que no saben como llenarlo, por lo que sus vidas se convierten en un stress o un sufrimiento permanente, ya que buscan solucionar con pañitos de agua tibia el efecto y las consecuencias, más no la causa real del problema, el cual radica en nuestra forma de pensar, en la manera de experimentar el mundo a través de nuestros sentidos  y en las creencias basadas en el temor, con las que nos han programado. Por eso, depositan su felicidad inconscientemente en el exterior y dejan que sean otros quienes digan cual va a ser su futuro, en lugar de  ser ellos los artífices de su propio futuro.

Hoy, en vez de preguntarte que va a pasar con el futuro, concéntrate en disfrutar a plenitud el momento presente y lo que estás viviendo ahora, ya que el pasado no existe, porque ya pasó y el futuro aún no ha llegado. Si con tu angustia, ansiedad o miedo pudieras cambiar y alterar el futuro, te diría que te angustiaras, pero el miedo sólo te hace sufrir, te paraliza, nubla el entendimiento, la razón y te roba la paz mental. 

En el futuro, hagas lo que hagas, todo va a suceder dentro de un plan divino ¿Entonces para que te dejas influenciar y llenar tu cabeza de cucarachas, miedos y de cosas irreales que son una creación de tu mente?

Si comprendes que el miedo es solamente una percepción imaginaria de la realidad, instantáneamente éste se desintegrará porque al enfrentarlo, él huirá ya que es cobarde.