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03 Mayo 2018

Durmiendo despierto


Me encanta sentarme a observar a la gente que pasa a mi lado. Muchos van como autómatas inconscientes, otros con tanto afán que parece que el tiempo se les fuera a acabar, otros pasan con caras largas llenas de angustia y preocupación; otros van muy derechos y rígidos, con el disfraz y la máscara del momento; otros andan con desasosiego, tratando de llenar un vacío que llevan en el corazón… mientras que muchos otros, caminan alegres, sonrientes, llenos de sueños y de ilusiones. Siempre me pregunto qué es lo que hace que unos sean tan diferentes de los otros. ¿Por qué hay unos que lloran tanto y sufren con algo que hace reír y gozar a otros? ¿Por qué lo que a unos les produce tanto miedo a otros los atrae y lo disfrutan? ¿Por qué hay otros muriendo en vida, sin haber podido experimentar la paz interior y el amor? ¿Por qué muchos corren incansablemente buscando la felicidad y nunca la logran alcanzar, mientras que otros disfrutan plácidamente cada instante de la vida?

Por eso, quisiera que por un momento pararas lo que estás haciendo, cerraras tus ojos y miraras hacia tu interior sin engañarte y contestaras lo siguiente: ¿Crees que has sido realmente feliz? ¿Qué es lo que te brinda la felicidad que crees tener? ¿No será acaso que eso que te da la “felicidad”, precisamente sea la causa de tus miedos y sufrimiento?

Cuando esto sucede, dejas de vivir realmente y comienzas simplemente a sobrevivir.

Es entonces, muy importante que identifiques si estás viviendo bajo un miedo continuo que no te deja ser realmente feliz,  y si es así lo que te diré a continuación probablemente sea lo que está manejando tu vida:

  • Buscas siempre la aprobación de los demás, queriendo satisfacer sus sueños y no vives los tuyos.
  • Compites con los otros en lugar de compartir con ellos.
  • Das más importancia a lo que la gente piensa de ti, y menos a lo que piensas de ti mismo.
  • Te interesas más por lo que la gente te hace, y menos por lo que estás haciendo con tu vida.
  • Vives en un eterno afán, sin consciencia.
  • No vives ni disfrutas el momento, por estar rumiando en el pasado y atormentándote con el temor y las preocupaciones por el futuro.
  • Piensas que la felicidad depende de otras personas, de las posesiones y de las creencias condicionadas y limitantes.
  • Sientes que nunca podrás perdonar a quienes te han herido en el alma.

Si alguna de las cosas que mencioné arriba tiene demasiada importancia para ti, entonces debes hacer un alto en el camino para evaluar si crees estar despierto, cuando en realidad estás dormido e inconsciente y no te has dado cuenta.

Por todo esto, hoy debes comenzar a preocuparte menos por lo que tienes que hacer y poseer, y pensar mucho más en lo que tienes que ser, porque cuando tu ser está en armonía sólo el amor y la bondad brotarán de él, y así todo lo que hagas, al ser hecho con amor será maravilloso.

Creo firmemente que nuestro destino es tener una vida llena de amor, paz, felicidad, salud y riqueza y solamente de nosotros dependerá que así sea. No tienes el poder para manejar las cosas que se encuentran fuera de ti, pero sí la fuerza para controlar las que están en tu interior.