Si nos devolvemos unos años atrás, vemos que las mujeres más admiradas y que infundían respeto y prestigio, eran aquellas que sus figuras estaban rellenas, ya que esto suponía que procedían de una buena familia. Aún hasta los años 50, pudimos observar que las reinas de belleza tenían unas figuras gruesas y redondeadas, lo cual era bien visto por la sociedad.
Entonces, hoy me pregunto: ¿Qué nos ha sucedido? ¿Por qué tanta anorexia y bulimia? ¿Por qué tanta angustia, ansiedad y miedo de subir unos kilos? ¿Dónde está la raíz del sufrimiento de miles de mujeres alrededor del mundo?
En los últimos años, la publicidad y los medios de comunicación nos han bombardeado con imágenes de mujeres con cuerpos esbeltos y perfectos. Para ellos, los kilitos extras no son bien vistos. Por eso, aquellas que se salen de ciertos parámetros son criticadas, rechazadas y discriminadas.
¿Será que ahora es más importante cómo te ves a cómo eres? Estamos en tal estado de inconsciencia que no podemos apreciar realmente los talentos, cualidades y dones, de quienes nos rodean, ya que en la mayoría de los casos nos limitamos a juzgar por la apariencia exterior y no por la riqueza interior.
Por eso, hoy les quiero decir a todas aquellas mujeres que sienten que no encajan dentro de la sociedad por estar pasadas de peso y son criticadas por quienes las rodean, que de ellas depende si viven bien o mal, no del exterior, ni de quienes creen tener el derecho de juzgarlas y manipularlas. Si eres una persona “gorda”, debes cambiar las creencias que están camufladas en tu inconsciente y están dirigiendo tu vida, para que lo que digan los demás no te afecte. Así que, desde este momento:
- No te identifiques con tu mente, ni con tu pensamiento, porque tú no eres eso. (Por ejemplo: si tienes bulimia, quieres comer y vomitar después. Es tu mente insaciable la que hace eso, pero si escuchas y te identificas con tu cuerpo, te darás cuenta que él no es el que quiere comer más ni vomitar). Por eso, no debes escuchar tu mente, porque ella es insaciable. Debes escuchar la voz interior que emana de tu corazón, que es tu consciencia, ya que ella será tu verdadera guía.
- Más que dietas y tratamientos para verte delgada, lo que tienes que hacer es ejercicio para sentirte saludable; más que modas y apariencias, lo que tienes que hacer es vestir con alegría para sentirte cómoda y auténtica. No te desgastes buscando la aprobación ni te dejes manipular de los demás.
- Mira tu cuerpo hacia adentro. Él es una maravilla, aprécialo ya que allí es donde reside tu espíritu. Él es simplemente el medio que te conecta con la vida y con Dios.
-Valora y aprecia lo que tu cuerpo te brinda. Gracias a él, estás viva, puedes respirar, caminar, danzar y disfrutar a plenitud tu vida.
-Aprende a reírte de ti misma. Por más seria y por más prevenciones que tengas, no vas a salir viva de esta vida. Un día que no has reído es un día que no has vivido.