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19 Noviembre 2018

Amar en libertad


En nuestra sociedad machista donde el hombre ha jugado a la doble moral, él  se ha apoderado absolutamente de toda la libertad para sí mismo y la defiende ferozmente, pero para la mujer, las cosas son diferentes, porque el hombre quiere que ella sea sumisa, obediente, casera y entregada a los deseos del hombre. Si por algún motivo la mujer falla, es vista con unos ojos castigadores y despreciativos, no sólo por el hombre, sino por toda la sociedad. Pero en cambio, si el hombre es quien falla y tiene alguna aventura, se limitan a decir que así son los hombres, por lo que no está mal visto por la sociedad.

He notado como miles de mujeres buscan infructuosamente  saciar ese vacío interior que esta situación les causa, con el bullicio y las cosas materiales del exterior, por lo que muchas de ellas sienten la necesidad angustiante de tener siempre a su hombre a su lado, ya que el miedo a estar solas no las deja disfrutar de la belleza exótica que tiene la soledad.  Por este mismo miedo tratan por todos los medios de poseer, manipular, controlar, espiar o invadir la privacidad de su pareja, lo que le causa un desgaste emocional a esta relación. Esto es lo peor que puedes hacer en una relacion, ya que reduces y bajas el amor de tu vida, de un nivel espiritual a un nivel material, como si fuera una cosa, y eso es exactamente lo que hacen la posesión y el apego. Recuerda que lo único que puedes poseer es una cosa, no a un ser humano, y cuando tratas de aferrarte a alguien, ya no fluirás libremente y ya no podrás compartir tu amor en libertad, ni tu belleza interior que emana de tu corazón, ni tu cuerpo danzando la danza de la vida, porque en una situación así, lo único que consigues es que la otra persona busque por todos los medios como escapar de ti, rechazarte o cambiarte por otra persona.

Creo que unos de los flagelos que mas tortura y de lo que la mujer quisiera deshacerse es el fantasma del miedo que desencadena en unos celos pasionales e irracionales.

Es una creencia con una idea equivocada, que te lleva desde el umbral de la pasión y te arrastra al de la desesperación y el sufrimiento. Ahí es cuando te sacrificas y dejas de ser lo que eres para complacer a la causa central de tu miedo. 

Entonces para amar en libertad debes:

  • Entender que el verdadero amor sólo lo puedes conseguir de un ser humano que esté libre y cuya independencia e integridad respetes, y quien respete y valore tu propia libertad.
  • Entender que el amor es como una gota de mercurio que pones en tu mano; mientras tengas abierta la mano, ella estará allí, pero si la cierras se sale.
  • Dejar que emane de tu corazón la esencia del amor y la chispa divina que te liberarán de los miedos y de la obsesión por controlar todo lo que está fuera de ti.
  • Recordar que lo único que puedes cambiar es tu forma de ver y percibir las cosas que están en el exterior. Cuando cambias la forma de mirar las cosas, instantáneamente las cosas cambian su forma.
  • Revisar tus creencias, ya que el hecho de que bautices tus celos, miedos, angustia, rencor o frustración con la palabra amor, no significa que lo que sientes sea amor. Abre bien los ojos y despierta, porque esa creencia es la que te hace sufrir, y cámbiala. Por eso te recomiendo que saques un espacio sagrado para meditar.
  • Disfrutar del aroma auténtico de lo que es la vida, y para eso deberás volver a lo básico, al silencio, la auto observación, el gozo, y a la belleza exótica de la soledad, que está en tu corazón. Esto te llevará instantáneamente a encontrar la paz interior y el verdadero amor.
  • Recordar que siempre que vuelas con alas prestadas, tarde o temprano te das contra el piso.