Nuestros miedos no detienen la muerte, sino al amor y a la vida.
¿Alguna vez has sentido miedo de perder a la persona que amas? Alguna vez, por miedo a perder a esa persona, ¿has hecho cosas en contra de tu corazón? o ¿Alguna vez has tenido miedo a envejecer, a la soledad, a no ser aceptada porque no te ves bien físicamente?
El miedo es una emoción básica, generada espontáneamente para poder sobrevivir ante un peligro inminente. El miedo activa la circulación de la sangre, los músculos más grandes se fortalecen y tu cuerpo reacciona para que puedas escapar de una situación que puede afectarte. El miedo visto así es útil y necesario en nuestras vidas. El problema surge cuando tu mente, con todas las ideas preconcebidas, creencias, las experiencias del pasado y lo que imaginas que puede pasar en el futuro, entra en contacto con esa emoción, haciendo que se transforme en un miedo irracional o en un falso temor que puede paralizar, nublar el entendimiento y llevar a actuar sin razón.
Nos han enseñado a buscar el amor y la felicidad en cosas externas, superficiales y pasajeras, y cuando sentimos que esas cosas se nos van y no podemos tenerlas, le damos la oportunidad al apego de que sea nuestro verdugo, nos maltrate y deteriore nuestra vida.
En ese momento, el miedo se apodera de nosotros, ya que creemos que no podemos ser felices sin esas cosas.
Por eso reflexiona como estás manejando tu vida, porque si no estás teniendo paz y es el miedo quien la domina, cuando menos pienses terminarás llegando a donde nunca hubieras querido llegar.
CÓMO VENCER EL MIEDO
- Identifica cuales son los miedos que dominan tu vida. En silencio, observa e identifica que pensamientos te perturban y te causan temor.
- Identifica de donde vienen esos miedos. Probablemente vienen de creencias que tienes y que has aprendido a través de todos tus años. Ejemplo: Ya nadie me mira porque me estoy volviendo vieja; para ser feliz debo tener a un hombre a mi lado, etc.
- Reemplaza tu pensamiento por uno positivo. Para reemplazar un pensamiento, debes entender que este se basa en una creencia falsa o equivocada, ya que te causa dolor.
- Elige y decide cambiar tu vida. Una vez comprendas que ese pensamiento y ese sentimiento vienen de una creencia falsa, la identifiques y la reemplaces, podrás ver la realidad del pensamiento para cambiarlo conscientemente. Observa muy bien tus palabras y no digas: “Yo soy fea, yo estoy vieja, fofa y celulítica”, porque eso será lo que rondará permanentemente en tu mente, y sin darte cuenta te frustrarás y deprimirás. En su lugar, enfoca tu atención en imágenes mentales positivas, donde te ves saludable, linda y llena de vida.
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Si estás envejeciendo, o has perdido tus atributos y cualidades, no tengas miedo. Aprecia lo que tienes, no lo que estás perdiendo. El problema no es que tengas arrugas en tu cara o canas en tu cabello, sino que sea tu espíritu el que se arrugue y te quite las ganas de vivir.