Generalmente vivimos nuestras vidas encadenados a nuestras envidias, egoísmos, manipulaciones y frustraciones, y de alguna manera se las vamos transmitiendo también a nuestros hijos, sin darnos cuenta de lo dañino que es para nuestra vida vibrar en esas frecuencias negativas.
Estas creencias (por el hecho de ser creencias no quiere decir que sean verdad), en la mayoría de los casos, hacen que suframos, pero nosotros creemos que eso es parte de la vida misma, sin saber, que existe otra forma en que podemos comenzar a ver las cosas, y así dejar de lado aquello que nos causa angustia, tristeza y dolor. Si deseas cambiar, y dejar atrás todo aquello que te causa sufrimiento en las relaciones que tienes con tus compañeros de trabajo, con tus familiares o amigos, te propongo que en silencio y con total honestidad contigo mismo, te observes desde dos posiciones perceptuales diferentes:
Cualquiera de estas dos posiciones que adoptes son las que te generan ansiedad y angustia.
Te propongo entonces, que contestes las siguientes preguntas, ya que solo auto observándote podrás liberarte del sufrimiento:
Desde hoy, cuando te encuentres ante situaciones que puedan propiciar chismes, juicios o críticas, detente, reflexiona y pasa tu conducta por tres filtros:
Después de pasar la situación por los tres filtros, si una o varias respuestas son negativas, no abordes el tema.