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31 Enero 2019

La infidelidad


Una agencia especializada realizó una encuesta para determinar quienes eran mas infieles y en que porcentaje: si los hombres o las mujeres. La encuesta para sorpresa de muchos, arrojó los siguientes datos: El 95% de los hombres eran infieles y el 80% de las mujeres también lo eran. Además, lo más soprendente de esta encuenta fue que el 5% de los hombres que dijeron ser fieles y el 20% de las mujeres que también aseguraron ser fieles, eran personas que no sabían leer, ni escribir, o no habían entendido bien la encuesta.  Aunque esto es un chiste, si nos ponemos a mirar, no está muy lejos de nuestra realidad, ya que la infidelidad cada día se ha ido incrementando de una manera impresionante y veloz.

Y la pregunta es: ¿Por qué está sucediendo esto?

Cuando profundizamos en lo que es la fidelidad hacia nuestra pareja, vemos que es un valor superficial, impuesto por la sociedad y la religión, que es diametralmente opuesto y va en contra de lo que es realmente el amor.  La fidelidad como tal está ligada a un compromiso pactado entre la pareja, con el ánimo de buscar una supuesta estabilidad o una garantía de permanencia en el tiempo, debido al miedo que tenemos de estar solos. Necesitamos desesperadamente esta garantía por lo que atamos al futuro una promesa, que en el fondo es totalmente frágil, inestable e impredecible, ya que el  verdadero amor es libre e  incontrolable; hoy lo puedes tener y mañana fácilmente lo puedes perder,  y así como llega se va.

El amor es ambivalente, ya que por un lado  te da seguridad, confianza y estabilidad, lo que te lleva a construir castillos en el aire, pero también es infinitamente salvaje y volátil y no depende sólo de ti, sino también de tu pareja, por lo que aquellos castillos construidos sobre una ilusión de permanencia en el futuro con el ser amado, fácilmente se pueden destruir, si alguna de las partes deja de amar a la otra. El miedo que genera perder el control sobre la pareja, lleva a que el ego haga de las suyas y utilice la manipulación, el control y la extorsión emocional, llegando a asfixiar a la pareja, lo que hace que ésta se aleje más. Hasta que la muerte nos separe, eso es lo mas fantasioso que hay, ya que el amor puede acabar en cualquier momento.

 Debes comenzar a cambiar creencias con las que has crecido y sobre las que has cimentado tu relación de pareja y comenzar a identificar lo que estás pensando respecto a este tema, ya que puedes estar viviendo en un círculo permanente de sufrimiento y desasosiego, por miedo a perder a esa persona.

Por eso, hoy te invito a que recapacites acerca de lo que te planteo a continuación, para que puedas comenzar a vivir en el verdadero amor y no en el apego que te causa sufrimiento:

1. Recuerda que cuando te concentras en la infidelidad eso es lo que atraes. Por eso, dice el refrán que el que busca, encuentra. Deja que las cosas fluyan libremente. Como son, es como deben ser.

 2. La única fidelidad que puedes controlar es la tuya.

3.Comienza a ser conciente de vivir aquí y ahora, porque el verdadero amor no es posible sino en el presente.

4. Aprende a transformar tus angustias y rencores en paz interior.  Si te concentras en el rencor, en el dolor, en lo que la otra persona hace, sufrirás, te sentirás mal y te desgastarás emocionalmente.

5. Rompe la rutina y ten tu propia territorialidad; amar no es ni depender, ni sufrir, ni mendigar.

6.Comparte y da lo mejor de ti a todas las personas. No te retraigas por miedo a SER y a expresar tu verdadera esencia Divina y bella, que está en tu corazón.

7.Comienza a observar detalladamente tu ego, ya que cuando estás actuando desde el ego, el amor verdadero desaparece, porque en el ego se encuentran el miedo y la búsqueda de aprobación.  El miedo y el amor no pueden compartir el mismo espacio. Esto lo puedes comenzar a trabajar a través de la meditación, ya que a través de ella puedes liberarte de todos esos condicionamientos y creencias y puede quedar espacio para el verdadero amor.

8.El amor no es un contrato y si que menos un negocio, por tanto deja de tratarlo como tal.  

9.Recuerda que no puedes obligar a tu pareja a comportarse de una determinada manera, ya que mientras más la controles, ella más anhelará la libertad.

10. Cuando ames a alguien no exijas nada, no tengas expectativas, ni te desgastes tratando de mantener la relación. Si todo funciona bien, siente gratitud por lo que estás viviendo, pero si no es así, suelta todo y deja que todo sea, como debe ser.

Y por último, recuerda que tu poder está, no en lo que haces, ni en lo que dices, ni en lo que te reserves, sino en la seguridad que tengas de ti misma, en el valor de decir lo que quieres, en no cambiar lo que eres por complacer a nadie y en que nunca sientas miedo de que algo se acabe por culpa de tus acciones.