A veces tu debilidad más grande puede convertirse en tu mayor fortaleza.
Si quieres conseguir la clave para no tener problemas te la voy a dar: muérete. El cementerio está lleno de personas que se creían indispensables e imprescindibles para el mundo. En nosotros está la fuerza interior para entender que en cada situación de la vida, sea que nos guste o no, podemos encontrar una gran enseñanza, y todo lo que llamas fracasos, errores o problemas, puedes convertirlos en sabiduría que te va a dar la luz en el camino para que no vuelvas a caer en ellos.
Un muchacho de diez años que perdió el brazo izquierdo en un trágico accidente, tras recuperarse decidió aprender yudo. Su sensai (maestro) era un anciano chino experto en este arte marcial, pero aunque el muchacho aprendía rápidamente, después de tres meses sólo le había enseñado un movimiento. Cuando pidió que le enseñaran más movimientos, el sabio sensai le dijo que esto era todo lo que él necesitaba aprender.
Poco después el muchacho entró en un torneo y pronto logró clasificar en los juegos semifinales, con un rival mayor y más experimentado. No parecía que pudiese ganar, pero después de una larga lucha, su oponente empezó a perder la concentración y el muchacho aprovechó la ocasión para tirarlo al suelo.
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En el camino a casa, el muchacho le preguntó al sensai: “¿Cómo pude ganar con un solo un movimiento?” El sensai le contestó: “Tú has logrado dominar casi por completo uno de los movimientos más difíciles en todo el yudo. Y la única defensa que tu rival tenía contra ese movimiento era agarrarte por el brazo izquierdo”.
Sé honesto contigo y descubre tus debilidades. A veces tu debilidad más grande puede convertirse en tu mayor fortaleza. Invoca la ayuda divinaque está en tu corazón, para lograrlo.
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