A veces las cosas no nos salen como esperábamos que salieran y hay años, como éste que pasó, en que las catástrofes naturales nos han golpeado con tal fuerza que nos llevan a reflexionar acerca, no solamente de como estamos tratando a nuestro planeta, sino también acerca de cómo estamos viviendo realmente nuestras vidas. Muchos tendrán miles de promesas de cambio y una larga lista de intentos fallidos, al no poder realizar dichos cambios importantes en sus vidas o quizás sentirán frustración, angustia o sufrimiento al creer que definitivamente sus vidas no pueden cambiar debido a la situación tan difícil por la que están pasando, o simplemente piensan que eso que están viviendo es lo que les tocó vivir.
La vida es un continuo apostar y es parte de la magia y del encanto mismo de la vida no saber lo que va a pasar en el futuro, ya que no puedes predecir nada. Si tu supieras y adivinaras tu futuro, tendrías una vida rutinaria y vacía porque ya no vivirías lleno de sorpresas, sino con la certeza de que todo va a salir de determinada manera, como si fueras una máquina. Debes entender que la felicidad no está al final, sino que está en cada paso que des en tu caminar. La vida no es prevención, no es control, ni estar pendientes del pasado que ya pasó, ni del futuro que no ha llegado, sino es el arte de saber disfrutar a plenitud y sentir cada paso que das en tu camino, con conciencia y sin miedo.
Cualquier cosa puede suceder en cualquier momento y te puedes desviar del camino trazado, por lo que siempre debes estar alerta a los cambios que debes realizar en tu vida, de acuerdo a lo que se te va presentando. Si siempre planeas lo que va a ser de ti y de tus seres queridos y realizas miles de planes rígidos y cuadriculados, fácilmente te puedes desgastar emocionalmente, tratando de dar soluciones a todo lo que no te salga como estaba planeado. En cambio, si miras tus propósitos, les das acción, pero dejas que las cosas fluyan y tomen el rumbo que deben tomar, vivirás tranquilo, disfrutando cada cosa que se va presentando en el camino, ya que en realidad lo único verdadero y real que tienes es lo que está sucediendo en el presente.
Te propongo que en este año, te concentres en cambiar tu forma de pensar y que comiences a actuar con decisión férrea eligiendo realmente lo que quieres para ti. Si vas en su búsqueda sin miedo y con fe, pasión y amor, todo se transformará y verás como el cambio sólo está en tu interior. Esa transformación profunda, nace desde el despertar de tu consciencia, al abrir tu mente y tu corazón, para que entre un nuevo aire en tu vida y con él entren también nuevas elecciones y diferentes decisiones que te llevarán a cambios y resultados contundentes.
Entonces, finalmente te propongo que te concentres este año que entra en un gran propósito y quizás el más importante desafío de toda tu vida: que encuentres el amor en cada cosa que haces, en cada acción, desde que te despiertas hasta que te acuestas, porque cuando amas lo que haces y haces lo que amas, nunca tendrás que trabajar, sino que disfrutarás a plenitud tu vida y fluirás con lo que vaya sucediendo en el exterior, aceptando, entendiendo y gozando con cada paso que das en tu camino.